Padre, yo renuncio a todas las ataduras espirituales impías con mi esposo (a), mis hijos, amigos, madre, padre, abuelos, hermanos, hermanas, tíos, tías y las parejas sexuales que tuve a lo largo de mi vida.
Yo renuncio a todos los lazos espirituales impíos con cualquiera que haya tenido relaciones homosexuales, con los abusadores sexuales, con la pornografía, con cualquier persona con la que me he involucrado en toques inapropiados o indebidos, con los abusadores emocionales, los abusadores físicos; con cualquiera con quien haya tenido una relación romántica y aun con cualquiera que fue objeto de mi fantasía.
Yo renuncio a todos los lazos espirituales impíos con: pastores, líderes, otros cristianos, con profecías impías o falsas, con iglesias y denominaciones pasadas, con falsas doctrinas, ministerios impíos, con empleadores, compañeros de trabajo e intelectuales impíos, maestros, compañeros de clase, artistas, héroes y músicos impíos, música impía, políticos, y pandillas en las que participé.
Yo renuncio a todos los lazos espirituales impíos con los muertos, con objetos inanimados, dijes, amuletos, ídolos, joyas y con cualquier objeto material usado para estos menesteres, con los falsos dioses, santos, videntes, adivinos, líderes ocultistas, astrólogos, médiums, espiritistas, los individuos que practican y enseñan la nueva era, las artes marciales, los gurús, mantras y sus cantos, yoga, fraternidades, sociedades secretas y hermandades.
Yo renuncio a todas las ataduras impías con mascotas, animales, comida, libros, grupos del orden público, con las personas que he hecho pactos de sangre, con personal militar, médicos, enfermeras, abogados, acupunturitas y curanderos, con edificios, terrenos, y con cualquiera que me maldijo a mí por causa de un accidente, con cualquiera que estuvo enojado conmigo, con personas deshonestas y con gente necia.