Yo soy un siervo de Jesucristo, que funciono sólo en los ámbitos de autoridad dados por Dios y bajo la autoridad de Jesucristo.
Me arrepiento por no haber sido obediente y por no ceder ni operar en la esfera de la autoridad en la que Tú, Señor, quieres que funcione.
Me arrepiento por limitar la esfera de autoridad en la que Tú, Señor, quieres que funcione.
Me arrepiento de ser celoso de las esferas de autoridad de otras personas.
Me arrepiento de ser celoso y de no haberme asociado cuando las esferas de autoridad se sobreponen en el cuerpo de Cristo.
Me arrepiento por no ayudar y servir a los demás para que tengan éxito en sus ministerios.
Me arrepiento por no valorar las esferas de autoridad de otras personas.
Me arrepiento por operar en las esferas de autoridad proclamadas por mí mismo y en las que el Señor no quería que yo operara.
Me arrepiento por no confiar en Ti Señor, para ser cabeza sobre otras esferas de autoridad.
Me arrepiento por no creer ni confiar en que tú, Señor, puedes trabajar a través de otras personas.
Me arrepiento por no reconocer que hay un nivel de revelación que sólo puede venir a través de la unidad.
Me arrepiento por haber caído en el temor del hombre y no funcionar en mi esfera de autoridad.
Me arrepiento por permitir que otros exploten mi esfera de autoridad y me arrepiento de explotar por medio de esa autoridad a los demás.
Me arrepiento por no reconocer y valorar las otras partes del cuerpo de Cristo.
Me arrepiento como líder por todas las veces que no solté a las personas para que se movieran con libertad en la esfera de autoridad que Dios les dio.
Me arrepiento por no haber esperado el tiempo de Dios para que fuera Él quien me pusiera en mi esfera de la autoridad.
Me arrepiento de hablar maldiciones y muerte en las esferas de autoridad de otras personas y por hacer juicios llenos de amargura en contra de ellas.
Me arrepiento por operar en sospecha y juicio en lugar del don de discernimiento.
Me arrepiento por no seguir las pautas bíblicas para la confrontación y la corrección con amor al tratar con los demás dentro de nuestras esferas de autoridad.
Me arrepiento por no desechar todo pensamiento que se levantó contra Ti Señor, y por exaltarme a mí mismo y mis dones por encima del conocimiento de Ti, Dios.
Me arrepiento por exaltarme yo solo, considerándome a mí mismo por encima de lo que te valoro a Ti, Señor.
Me arrepiento por operar en orgullo y en falsa humildad en lugar de en verdadera humildad.
Me arrepiento por rechazar a otros en vez de aceptarlos.
Me arrepiento por haber rechazado las revelaciones nuevas e inusuales sobre Ti, Dios.
Declaraciones -Proclamaciones
Declaro que glorificaré tu nombre al terminar el trabajo, que Tú, Señor, me diste para hacer en mi esfera de autoridad.
Declaro que en mi esfera de autoridad, voy a tener amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, humildad, misericordia, mansedumbre, bondad, fidelidad, docilidad y dominio propio.
Declaro que voy a vivir una vida digna del llamado que he recibido. Declaro que siempre voy a ser humilde y amable.
Declaro que voy a ser paciente, haciendo concesiones por mis propias faltas y por las de los demás.
Declaro que voy a operar en la gracia de Dios y de su poder y no en mi propia fuerza y entendimiento.
Declaro que voy a estar unido con los demás en el Espíritu Santo y unido con los demás en paz.
Declaro la verdad que Jesucristo me ha bendecido con toda bendición espiritual y que estoy sentado en los lugares celestiales con Cristo.
Declaro que la obra que Cristo ha comenzado en mí habrá de completarse.
Declaro que tendré la mente de Cristo.
Declaro que intencionalmente evitaré la división.
Declaro que voy a estar unido en un mismo propósito, y de pie en un solo espíritu y una sola mente con mis hermanos y hermanas en el Señor.
Declaro ante los cielos que en la medida de lo que me corresponda, voy a caminar en paz y en unidad con todos los hombres.
Declaro que abrazo el espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Cristo, para que los ojos de mi entendimiento sean iluminados, y pueda conocer la esperanza de su llamado y cuáles son las riquezas en gloria de su herencia entre los santos.
Declaro que no voy a rechazar la revelación inusual y nueva de Dios.
Declaro que voy a aceptar a los demás y no tratar de excluirlos.
Declaro que voy a entregar y sujetar mi voluntad a la voluntad de Dios.
Declaro que deseo y anhelo tener los cielos abiertos y las visiones de Dios.
Declaro que voy a caminar en el espíritu y no en la carne.