Te pido, Señor, que vengas y quemes como un horno y destruyas a todos los arrogantes y hacedores del mal en mi línea generacional, para que ninguna raíz o ramificación quede de ellos. Señor, destruye todas estas raíces falsas y todo fruto falso. Señor, Por favor remueve la vieja naturaleza.
Señor, por favor hazme libre y envía el Sol de Justicia con sanidad en sus alas.
Yo declaro que Jesucristo es la vid verdadera y yo deseo ser una de sus ramas. Desde que se solo puedo dar fruto mientras estoy en Cristo, mi deseo es permanecer por siempre en Él.
Señor, mi deseo es que sea como un árbol plantado junto a corrientes de agua, por lo que no tendré temor ni preocupaciones. Mientras permanezco en
Ti, me doy cuenta que Tu satisfarás mis necesidades mientras estoy en la tierra quemada. Mi deseo, Señor, es que rinda fruto y que prospere en todo lo que haga y que fortalezca Tu fama, Señor. Quiero ser como un huerto bien regado, como un manantial cuyas aguas nunca se acaban.
Señor, siempre tendré confianza en Ti.
Yo deseo ser u n plantío del Señor para poder estar arraigado, y edificado en Cristo, establecido en Su amor, fortalecido en la fe, y rebosante de gratitud para poder dar mucho fruto.