Señor, vengo en nombre mío y de los pecados de toda mi línea generacional desde antes del comienzo de los tiempos. Renuncio y me arrepiento por todos los que participamos en actividades sexuales impías fuera de la voluntad de Dios en las áreas de tierra específicas donde vivimos. En repetidas ocasiones hemos violado tus leyes de pacto, claramente establecidas en Éxodo 20:14 y Levítico 18: 1-30, que nos indican que no debemos:
- Tener relaciones sexuales con cualquier miembro de la familia.
- Cometer adulterio
- Tener relaciones sexuales con alguien del mismo género.
- Tener relaciones sexuales con un animal
- Abortar a nuestros hijos, que sigue el patrón de la quema de nuestros hijos en los fuegos de Moloc
Señor, perdónanos por contaminar las áreas de tierra donde hemos vivido por infidelidad y por el asesinato de la próxima generación. Reconozco que debido a que te hemos sido infiel, la tierra que nos prometiste nos ha emitido un decreto de divorcio,[1] y me arrepiento de nuestra falta de voluntad para seguir Tu Palabra. A partir de este día, prometo mi fidelidad personal hacia usted y la tierra donde vivo. Señor, por favor:
- Limpianos de toda contaminación y culpa resultante de nuestras actividades sexuales impías y el asesinato de inocentes.
- Corta cada lazo de alma impio entre mí y las áreas de tierra donde hemos pecado sexualmente.
- Por Tu gracia y misericordia, quema los papeles de divorcio que nos sirvió la tierra y limpia con tu sangre cada área geográfica donde hemos vivido.
Señor, como el León de Judá, por favor libera el sonido y la frecuencia de Tu poderoso rugido y libera todas las partes generacionales de espíritu y alma que han quedado atrapadas en la tierra; Quita todas las partes de la longitud impía, profundidad impía, anchura impía y altura impía.[2] También te pido, Señor Jesús, que manejes Tu espada como el Hijo del Hombre y me separes a mí y a mi línea generacional de las garras de los Refaítas, que se muestran como los muertos, los espíritus o las sombras.[3]
Señor, completa el proceso de reconciliarme, reunirme y restaurarme a la tierra que nos has dado destruyendo todas las bibliotecas generacionales impías a las que el enemigo tiene acceso. Esto ha provocado que seamos escupidos y / o provocado que las tierras donde vivimos o hemos vivido nos ataquen. Señor, siento mucho haber herido tu corazón y haberle dado al enemigo el derecho legal de causar estragos en nuestras familias y las tierras donde vivimos.
[1] Jeremias 3:8
[2] Hemos observado que el Señor a menudo hace esto enviando sus carros de fuego y los jinetes de Israel a través de cada área de tierra donde actualmente vivo o he vivido para recuperar partes por la fuerza centrípeta.
[3] Isaias 26:14