Oración De Restauración y Regeneración


Yo renuncio y me arrepiento por mí y por todos aquellos de mi línea generacional, y como miembro del cuerpo de Cristo por:

  • No interceder por la justicia.
  • La rebelión, la traición, la mentira, la murmuración de cosas malvadas, la desunión, la burla, no valorar la verdad.
  • Los que maldijeron o aplastaron a los hijos de Dios más débiles, heridos, o inmaduros. Yo los bendigo hoy y oro para que entren en el pleno conocimiento de Cristo.
  • Toda la participación que he tenido, causando que sea dañado el Cuerpo de Cristo.
  • Resistir al reino del Señor, expulsando a los sacerdotes del Señor, a los hijos de Aarón y a los levitas, levantando nuestra propia gente como sacerdotes como lo hacen en otras tierras.
  • Quitar el Arca del Pacto del lugar que le corresponde, sometiéndola a la impureza, otorgándole el nombre de Icabod, «la gloria se ha ido».
  • Los que se robaron el maná y la vara de Aarón del Arca de Dios, por lo cual recayó maldición a nuestra provisión y a nuestra autoridad.
  • Dar el acceso y derecho legal al enemigo para usurpar el arca y su contenido provocando la contaminación del arca.
  • Todos mis pecados contra el santuario, el pecado de la abominación que nos conduce a la desolación.
  • Profanar mi cuerpo que es el templo del Espíritu Santo.
  • Todo culto impío, despreciando y desdeñando el culto divino.
  • Tratar de conectar la adoración de Dios con la adoración impía.
  • Adorar a los cuerpos celestes y cualquier forma de luz falsa.
  • Cualquier culto generacional a cualquier deidad falsa que se estableció en contra del verdadero orden sacerdotal de Melquisedec.
  • Profanar el pacto de nuestros padres, al romper la fe el uno con el otro.
  • Enseñar falsa doctrina no estando de acuerdo con la instrucción sana de nuestro Señor Jesucristo y su enseñanza divina. Me arrepiento por un interés malsano en las controversias y disputas acerca de palabras que dan lugar a la envidia, la discordia, la lengua maliciosa, la sospecha, y la constante fricción.
  • Los sacrificios impíos y la perversión sexual que profanaron los lugares santos del Señor.
  • Todas las alianzas profanas que mezclaron la semilla de Dios con la semilla de Satanás.
  • Cooperar con la perversión de nuestro ADN y todos sus componentes genéticos y espirituales, incluyendo el nivel celular y subcelular.
  • Creer que tengo el derecho de crear, alterar o destruir la vida.
  • El pecado de pasividad. Por no haberme puesto de pie y hablar en contra del pecado de tratar de crear vida, manipularla o destruirla.
  • Sacrificar a nuestros hijos y aun a los hijos no nacidos, en el fuego de Moloc y por todo derramamiento de sangre inocente.
  • Intercambiar tu luz divina y verdadera por la falsa luz de Satanás.
  • No estar en mi posición o esfera de influencia como vigía de la creación de Dios. Me arrepiento por haber renunciado a mi posición de mayordomía de la creación, no sometiéndola de acuerdo a los principios de Dios.
  • Hablar en contra del Altísimo oprimiendo a sus santos, y tratando de cambiar los tiempos previstos y las leyes.

Señor, vuélvenos a Ti, nuestra Cabeza y Fuente verdadera, y corta cualquier conexión impura que pudiera causar impulsos eléctricos impíos. Señor por favor, equilibra todos los campos electromagnéticos que pudieran engañar, contaminar y corromper nuestros espíritus, almas y cuerpos.

Desconéctame Señor de todos los lugares celestiales impíos.

Completa Señor nuestra regeneración.

Limpia y vuelve a conectar el ADN de nuestras líneas de sangre con las del cuerpo de Cristo y suelda los fragmentos con el fuego y la gloria de Dios.

Dame discernimiento en cuanto a los recuerdos de mi mente y mis células. Permíteme saber si son verdaderos o falsos, si son del pasado o del presente, si son de mi línea ancestral o míos. Por favor, dame tu sabiduría y dirección para saber qué hacer con tu respuesta.

Declaro que como todo creyente está llamado al sacerdocio del Señor, llevo sobre mí la iniquidad de los pecados en contra del santuario.

Oh Señor, Dios grande y temible que mantienes tu pacto de amor con todos los que aman y obedecen tus mandamientos, hemos pecado y hecho lo malo delante de Ti. Hemos cometido iniquidad.

Hemos hecho lo malo y nos rebelamos, y aun nos hemos apartado de tus mandamientos y tus juicios. Tampoco hemos hecho caso a tus siervos, los profetas, que hablaron en tu nombre a nuestros reyes y príncipes, a nuestros padres y a toda la gente de la tierra.

Declaro que Tú Cristo, eres la cabeza y el instaurador de la verdadera línea sacerdotal de Melquisedec.

Declaro que Tú eres el que nos establece como piedras vivas que están siendo construidas en una casa espiritual como un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Ti Padre, por medio de Jesucristo.

Declaro que soy parte de un pueblo escogido, de un real sacerdocio, de una nación santa; que soy pueblo adquirido por Dios y que reinaremos en la tierra contigo.

Ahora pues, oh Dios, escucha la oración de tus siervos y nuestras súplicas. Por amor al Señor, pedimos que tu rostro brille en tu santuario que está desolado. Oh Señor, inclina tu oído y oye; abre tus ojos y mira nuestras desolaciones. Ve Señor, la ciudad que es llamada por tu nombre, porque no elevamos nuestros ruegos ante Ti a causa de nuestras buenas obras, sino debido a tu gran misericordia.

¡Oh Señor, escucha! ¡Oh Señor, perdona! ¡Oh, Señor, escucha y actúa! No te demores por tu propio bien, oh Dios, porque tu ciudad y tu pueblo son llamados por tu nombre.



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Las oraciones de Aslan’s Place se desarrollaron durante los estudios bíblicos, las sesiones de oración y por revelación.

Tenemos fe en que Dios nos lo ha proporcionado y los corroboramos con la Santa Palabra de Dios.

Estas oraciones no son una solución rápida. En cambio, son puntos de partida a medida que ejercitas tu libertad en Cristo. Prepárese para adaptar estas oraciones a medida que usted y aquellos con quienes ora escuchen al Espíritu Santo.