Yo transfiero la propiedad de todo lo que soy y de todo lo que tengo al Señor Jesucristo de Nazaret. Y ahora te pido Señor, que canceles todo derecho legal a la influencia y a la actividad maligna en cada dominio de mi ser.
Yo declaro el Señorío de Jesucristo sobre cada dominio de mi persona, arriba y abajo mío, a la izquierda y a la derecha, en el frente y atrás. Señor,suéltame de todo poder maligno de todos estos dominios y regrésame cada parte mía que haya sido llevada a cualquier dimensión impía.
Yo aplico ahora la sangre de Cristo, el fuego refinador, y el jabón del lavador a los pasadizos entre los dominios, para que la unción del Señor pueda fluir libremente a través mío.